El Project Management Institute (PMI®) detectó en el año 1969 grandes falencias en la Dirección de Proyectos a nivel mundial. En 1987, el PMI publicó la primera edición del PMBOK® como una guía para satisfacer la necesidad de disponer de un marco teórico en la disciplina de Dirección de Proyectos.
La Guía de los fundamentos de la dirección de proyectos (más conocida como PMBOK®) es un estándar ampliamente reconocido para gestionar y administrar proyectos. La misma comprende dos grandes secciones, la primera sobre los procesos y contextos de un proyecto, la segunda sobre las áreas de conocimiento específico para la gestión de un proyecto e incluye prácticas tradicionales comprobadas y ampliamente utilizadas, así como prácticas innovadoras que están emergiendo en la profesión, incluyendo material publicado y no publicado. Como consecuencia, los Fundamentos de la Dirección de Proyectos están en constante evolución.
El objetivo principal de la Guía del PMBOK® es identificar el subconjunto de Fundamentos de la Dirección de Proyectos generalmente reconocido como buenas prácticas. Identificar significa proporcionar una descripción general en contraposición a una descripción exhaustiva. Generalmente reconocido significa que los conocimientos y las prácticas descritos son aplicables a la mayoría de los proyectos, la mayor parte del tiempo, y que existe un amplio consenso sobre su valor y utilidad. Buenas prácticas significa que existe un acuerdo general en que la correcta aplicación de estas habilidades, herramientas y técnicas puede aumentar las posibilidades de éxito de una amplia variedad de proyectos diferentes. Buenas prácticas no quiere decir que los conocimientos descritos deban aplicarse siempre de forma uniforme en todos los proyectos; el equipo de dirección del proyecto es responsable de determinar lo que es apropiado para cada proyecto determinado.
"La finalidad del PMBOK®, entonces, no es la de exponer las disciplinas, técnicas y experiencias aplicables a la dirección de proyectos, sino simplemente la de identificar el subconjunto de éstas que es generalmente reconocido como buenas prácticas"
Para que estas buenas prácticas sean asequibles, el PMBOK® divide el conjunto de conocimientos para la dirección de proyectos en cuatro grupos de procesos: todo proyecto, así como sus distintas fases e iteraciones tiene que transitar por una serie de actividades de inicio, planeación, ejecución y cierre.
Existen otras normas sobre madurez de la dirección de proyectos de la organización (CMMi), características del equipo humano y otros temas donde las normas sobre dirección de proyectos no abordan la totalidad de los detalles de cada tema. Hay varias razones por las cuales una norma no trata un cierto tema: puede estar incluido en alguna otra norma relacionada; puede ser tan general que no haya nada que se aplique únicamente a la dirección de proyectos; o no existe consenso suficiente acerca de un tema. La falta de consenso significa que hay diversas opiniones dentro de la profesión acerca de cómo, cuándo o en qué parte de la organización, y quién dentro de ella, debe llevar a cabo esa actividad específica de dirección de proyectos. La organización o el equipo de dirección del proyecto debe decidir cómo se van a tratar esas actividades en el contexto y las circunstancias del proyecto para el cual se está usando la Guía del PMBOK®. Puesto que se trata de una guía, más que de una metodología usar diferentes metodologías y herramientas para implementar el marco de referencia y comprender mejor el más amplio contexto en el cual se realizan los proyectos.
Actualmente la creciente aceptación de la dirección de proyectos indica que la aplicación de conocimientos, procesos, habilidades, herramientas y técnicas adecuados puede tener un impacto considerable en el éxito de un proyecto. La Guía del PMBOK® también proporciona y promueve un vocabulario común en el ámbito de la profesión de la dirección de proyectos, para analizar, escribir y aplicar conceptos de la dirección de proyectos, además de en el Code of Ethics and Professional Conduct del Project Management Institute se precisa las obligaciones básicas de responsabilidad, respeto, imparcialidad y honestidad. Requiere que quienes se desempeñan en este ámbito demuestren compromiso con la conducta ética y profesional.
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